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El equilibrio es el resultado de las funciones somatosensoriales y de las respuestas motoras que conducen al mantenimiento de la bipedestación, evitando de esta forma las caídas y logrando el mantenimiento de la información del individuo con respecto a su posición en el espacio.

El envejecimiento es el proceso del deterioro fisiológico humano y conlleva modificaciones graduales y psíquicas inevitables. En el caso particular del oído interno el envejecimiento se puede manifestar por la siguiente triada: presbiacusia, tinnitus y/o presbivértigo.

El Presbivértigo no es una patología, sino que es una consecuencia natural del proceso de envejecimiento, que en este caso afecta a los órganos responsables del equilibrio, básicamente corresponde a lesiones degenerativas propias de la edad del sistema vestibular. Esto puede generar una continua sensación de inestabilidad, dificultando el poder mantener el equilibrio principalmente en situaciones sensoriales difíciles. El desequilibrio en el adulto mayor también obedece a defectos neurosensoriales, por ejemplo: mala visión, debilidad del aparato locomotor por artrosis, etc. Como consecuencia puede derivar en una serie de aciones funcionales: disminución de la actividad física, miedo a caídas, aislamiento social, incluso depresión. La existencia de aciones del equilibrio está directamente relacionada con un mayor índice de fracturas en estos pacientes.

Los déficits neurosensoriales provocan mareos porque superan la capacidad de compensación a nivel del sistema nervioso central. Este mecanismo probablemente es responsable de muchos de los síntomas de mareo en los adultos mayores.

Un hecho que no podemos obviar en el desequilibrio en los las personas mayores, es la gran cantidad de medicamentos que ingieren (polimedicación), puede aumentar notoriamente el problema.

Hoy en día uno de los tratamientos con grandes beneficios es la rehabilitación vestibular, especialmente realizada a través de posturografía, la cual permite el diagnóstico y planificación de protocolos de tratamiento en función de las características de cada paciente. Estos consisten en la planificación de ejercicios que involucran los movimientos oculares, movimiento cefálico y de tronco con el objetivo de rehabilitar el reflejo vestíbulo ocular, el equilibrio estático y dinámico, para que el adulto mayor pueda desarrollar de forma habitual sus actividades cotidianas, ganado confianza y evitar las caídas